Alquife - Guadix

Sale de Alquife por la plaza de la Iglesia de donde saldremos por la calle Cándido para llegar a la plaza del Charcón, con giro a la derecha por la calle Lola de Cándido que nos saca del casco urbano tomando el camino que desde las minas de Alquife seguían los mineros hasta Jérez del Marquesado, bordea el lago producido por la explotación minera y cruza el campo de Lanteira a la altura de la Aljibe, baja al Berral por la cuesta del cortijo de Chindin, tras cruzar el río por el puente construido por el Ayuntamiento para el paso de peregrinos, subimos la pendiente cuesta del Baho por el Camino real de Granada, al final de la cuesta y tras pasar el cementerio, llegaremos a la iglesia donde se erige un majestuoso cruceiro colocado por el Ayuntamiento para proteger al peregrino, el primero del Camino Mozárabe realizado con granito gallego por un artesano gallego y que recuerda al peregrino que se encuentra haciendo el camino de Santiago. En esta localidad, cerca de las minas de cobre de Santa Constanza se encuentra el yacimiento íbero-romano de Arrutan (Al-Rutan). También existen restos de varias fortalezas medievales, como la torre alcázar, y un interesante artesanado en su iglesia Mudéjar.

Sale de Jérez por la cuesta de Zacote, cruza los barrancos del Bernalillo y del Bernal, deja a la izquierda las minas de Santa Constanza ascendiendo hasta las inmediaciones de la Ermita de la Virgen de la Cabeza y baja al pantano de Cogollos que se salva a través de un puente en la toma de agua, para tomar el carril que se dirige a Cogollos, el que abandona a pocos metros para tomar a la derecha un camino más estrecho que atrocha hasta la citada población. Interesante la torre de la iglesia Mudéjar de esta localidad declarada BIC (Bien de Interés Cultural), con clara referencia a la de la catedral de Guadix. Un aljibe del siglo XII se conserva en buen estado en el centro del pueblo. Saldremos por la calle Ermita de San Gregorio en dirección a la ermita del mismo nombre que dejamos a la izquierda y tras pasar la fábrica embotellado de agua, abandonamos el asfalto para girar a la derecha por pista de tierra. Siguiendo al frente, a unos 2 km, el camino desciende para dejar atrás al inmenso Marquesado y abrirse ante nosotros el segundo característico paisaje de la comarca de Guadix: las cárcavas de los bad-lands, generadas por el progresivo desmantelamiento del fondo del antiguo mar. Al llegar a la rambla del Galamar continuaremos por ella hasta la intersección de la carretera de Guadix a Policar (vía pecuaria, para girar 90 grados a la derecha y tomar esta carretera en ascenso hacia Guadix.

Entramos en Guadix por la calle Torremolinos dejando a nuestra izquierda uno de los característicos tejares que, aprovechando las arcillas de los bad-lands, han materializado la ancestral industria alfarera de la comarca. Siguiendo al frente atravesaremos uno de los tradicionales barrios de cuevas, pasando por la Calle tejar de Cucala que nos conduce a la Plaza de la Ermita Nueva donde se haya el Centro de Interpretación de las cuevas. Descendiendo por la calle Cañada de los Perales y la Carrera de las Cruces, rebasaremos la alcazaba por la derecha hasta llegar a la Iglesia de Santiago. Finalmente, las calles Ancha y Magistral Domínguez nos llevarán a la impresionante plaza porticada de Corregidores donde se sitúa el Ayuntamiento y el punto de atención del peregrino en la Oficina de Turismo.

Saliendo de la plaza por el lateral opuesto a la entrada nos conduce a la Catedral donde se podrá apreciar la magnífica fachada barroca. En la catedral de Guadix, se encuentran las reliquias de San Torcuato, discípulo de Santiago y el Principal de los Varones apostólicos que llegaron en los inicios de la Cristianización de Hispania, fue además el fundador de la primera Sede Episcopal de la península ibérica y primer Obispo de Guadix y de la Hispania, al que la advocación en toda la comarca es Inmensa; también en el interior de la Catedral el peregrino tiene la oportunidad de poder ver la réplica de la Piedad de Miguel Ángel realizada con mármol de Carrara. A espaldas de la catedral se puede contemplar el recién descubierto Teatro romano.